Diario de camPPaña. Día 6

Diario de camPPaña. Día 6

Me despierto en… Madrid. Horas de sueño: 7!

Duermo en… Palma de Mallorca

Kilómetros: 692

Encuentre al periodista:

Oído en el mitin: Casado: «Estoy viendo a mi hijo ahí delante comiéndose un bocadillo de sobrasada y me está dando una envidiaaaaa» (y aplausos).

Oído en la caravana*:

– «El debate tenía que hacerse en el programa de Ahora caigo, con una trampilla para que fueran cayendo».

* comimos con vino

El mensaje del día: El destrozo que un incendio de unas horas provocó en Notre Dame no es nada comparado con lo que puede hacer Sánchez si le dan una legislatura entera.

Lo mejor del día: La sobremesa. Jugando a este test desternillante del Mundo Today para decirte qué partido está más cerca de lo que tú piensas. Repito: comimos con vino.

Lo peor del día: ver a los turistas bañarse y pasear tan pichis sin darse cuenta de que es otro día histórico en el que nos jugamos todo y máis.

Campaña «en positivo«: Sánchez y Drácula en la misma frase. (By Pablo Casado).

Promesas electorales: defender a «la gente de bien». Redactar la «ley de la ventana rota» contra el vandalismo. Alquileres baratos para jóvenes que se quieran emancipar, mayores de 65 y familias numerosas. Okupas a la cárcel.

Lo que nos llega de otras caravanas: otras caravanas. Cañas en Palma con los que “quieren vender España a trozos y a plazos». 😊

Desayuno: café en casa.

Comida: arroz frente al mar.

Cena: al lado de este sitio que parecía escenario de la peli de Eyes Wide Shut.

Incidentes: el taxista me persiguió por la T-4 porque me había dejado la maleta en el coche. Intenté pagar la cena con la tarjeta de suscriptor de El País que encontré en Valladolid. “Es de chip, de chip”, le decía a la camarera. Entramos en la fase: solo tengo batería para escribir la crónica del día y necesito que mis compañeros me crucen la calle.

La cita del nativo… Casado: «Como decía Maura, «para gobernar, luz y taquígrafos»

Las cifras: El PP tiene ahora 3 diputados por Baleares. El CIS les da 1; entre 1 y 2 a Ciudadanos y entre 1 y 2 a Vox.

La crónica: sobre la resaca del debate a seis y el duelo de titanes entre Gabriel Rufián y Cayetana Álvarez de Toledo por el ranking en los trending topic. Ganó ella.

https://elpais.com/politica/2019/04/17/actualidad/1555530927_318064.html

Diario de camPPaña. Día 5

Diario de camPPaña. Día 5

Me despierto en… Madrid. Horas de sueño: cinco y media. 

Duermo en… Madrid (con escala en Ciudad Real) 

Kilómetros: 374

Lo mejor del día: Esto. Nueve de la mañana en Ciudad Real. Los de la cafetería pensaban que veníamos de algún after. La realidad: queríamos mandar un mensaje cariñoso a súper Güemes, pero no nos poníamos de acuerdo con el titular. 

Lo peor del día… lo largo que fue

Oído en la caravana:

– Hay que comer muchos arándanos, que alargan los telómeros

– Qué son telómeros?

– Lo que cubre el ADN. Si son más largos, eres más joven.

Mi suegra es una arruga andante.

Oído en el mitin… Casado: “Hay amores que matan” (porque en febrero le regalaron una tarta de cumpleaños con su cara y sus hijos se la comieron)

Hoy hemos aprendido… el artículo 66 de la LOREG enterito.

El mensaje del día: Cuando quieras, donde quieras, Sánchez. 

Campaña en positivo:totalitarios», «buenistas con los violentos» , «crueles con los que no se pueden defender», «Íñigo Torrijón».

Desayuno: Café en casa, café en el tren, café en Ciudad Real….

Comida: Migas y paella.

Cena … Las sobras (de las gominolas)

La cita del nativo: “Como decía don Quijote: ‘Dad crédito a las obras, no a las palabras”.  

Promesas electorales: una estrategia nacional para la soledad, para el maltrato a ancianos, subida de pensiones para las madres trabajadoras, rescindir el contrato de patrocinio de la sedición, apostar por las familias numerosas “diga lo que diga la maquinaria totalitaria de la izquierda”, “combatir la cultura de la muerte, del aborto, de la eutanasia y de la Guerra Civil”.

Incidentes:  Pájaros que evacuan sobre el área de prensa. Encima del punto y coma.

Antes

 

… y después

foto: David Mudarra

El concepto: No hay vejez, hay  “juventud acumulada”.

Lo que nos llega de otros partidos: Sinergias entre Vox y UPyD 

Las cifras: El PP tiene ahora tres diputados por Ciudad Real. El CIS les da uno, otro para Ciudadanos y otro para Vox. En Madrid, el PP tiene ahora 15; el CIS les da 8-9; 7 a Ciudadanos y 3-4 a Vox. 

De una boda…sale otra boda

Mañana: Tarragona y Palma de Mallorca

Diario de camPPaña. Día 4

Me despierto en… Madrid. Horas de sueño: la pregunta es: me llegué a dormir?

Duermo en… Madrid (con escala en Las Palmas de Gran Canaria)

Kilómetros:  3.480

Lo mejor del día:  Jugar durante 20 minutos antes del primer mitin a que éramos turistas en una isla y que nos habían convocado a un reencuentro de antiguos alumnos del instituto. Cada uno eligió un papel. Teníamos una Wendy dentista, un Curro domador de delfines y una Ingrid cardióloga. Habíamos triunfado en la vida y seguíamos “como siempre”.

Lo peor del día: Aterrizar a las nueve de la noche en Madrid y ver esto…

Desayuno: de campeones

Comida: Bocadillos con vistas

Cena: Gominolas

Oído en la caravana: 

“Me dio un abrazo que abarcaba ciudades”*

*El agotamiento nos pone cursis

Oído en el mitin: “He estado 25 minutos hablando y la puedo cagar” (Asier Antona, líder del PP canario). 

El mensaje del día: Escracheadores a la cárcel. Pequeña tregua en el frente de Colón para pedir al Gobierno que actúe contra quienes boicotean sus mítines en Euskadi y Cataluña. 

La tortura era… Esto

Lo que nos llega de otros partidos: Ciudadanos ha colocado una lona gigante en la calle Goya simulando el grupo de WhatsApp de Pedro Sánchez y sus ministros.  Se presentan a las elecciones para ser administradores al grito de “¡Vamos a cerrarlo!”. 

La nueva política es… no poder escribir una pieza del PP por no haber visto Juego de Tronos.  Incapacitada para hacer un análisis sesudo de este vídeo, más allá de que los morados son Podemos y los de las flores rojas, el PSOE. 

http://www.pp.es/actualidad-video/espana-no-es-juego-tronos

La cita del nativo… En Valladolid, Casado citó a Delibes; en Santiago, a Fraga, y en Canarias, a Benito Pérez Galdós: “La política no se debe basar en los sentimientos, sino en las virtudes”. 

Descubrimientos: Es cierta la fiebre de Casado por los coches. Le enseñaron los restos de uno destartalado que hace 20 años que no se fabrica y él acertó el modelo. También pulió la chapa de una Vespa. Aquí mi primo David Junquera lo cuenta maravillosamente. 

https://www.lasexta.com/noticias/nacional/elecciones-generales/caravana-electoral/pablo-casado-creo-que-vamos-a-conseguir-aunar-el-voto_201904155cb487560cf2675abd46c732.html

Parecidos razonables:

Incidentes: El piloto del avión tenía la misma voz que Inda.  Hubo turbulencias, claro. 

Las cifras:  El PP tiene 6 diputados por Canarias. El CIS les da ahora tres. 

Mañana: Ciudad Real, Segovia y Madrid. Casado tiene cinco actos en el día. De momento.

Diario de CamPPaña. Día 3

Me despierto en… Madrid. Horas de sueño: cinco peladas.

Duermo en… Madrid (con escala en Santiago).

Kilómetros: 1.262

Lo mejor del día: Santiago para nosotros a las 8.30 de la mañana de un domingo. La niebla. El pan.

Oído en la caravana: «De verdad, qué poco habéis perreado» (comprobando la variedad de gustos musicales del cuerpo periodístico).

Oído en el mitin: “No es lo mismo poner la panceta que poner los huevos» (Agustín Hernández, candidato del PP a la alcaldía De Santiago).

El mensaje del día: ETA sigue aquí y manda más que nunca.

Banda sonora:

Lo que nos llega de otros partidos: El cumple de Santiago Abascal (43) es el 14 de abril, día de la República.

Desayuno: en el casino de Santiago.

Comida: !caliente!

Cena: Hay que escoger entre comer o dormir. A las 5.30 de la mañana en el aeropuerto otra vez.

Revista de prensa: Después de que Casado dijera que dejar a Sánchez en La Moncloa era como dejar al zorro cuidando a las gallinas…

Incidentes: herida de sangre (no hubo que dar puntos) por malentendido con una puerta en el aeropuerto.

Promesas electorales: un Ministerio de la Familia, impedir que Otegi sea ministro de Justicia.

Descubrimientos: Puedo caminar dormida.

Morriña:

Una forma bonita de dar una mala noticia:

Las cifras: El PP tiene 12 escaños en el congreso por Galicia. El CIS les da ahora entre 8 y 9, a Ciudadanos 2 y a Vox, 1.

La crónica: https://elpais.com/politica/2019/04/14/actualidad/1555243709_141651.html

Mañana: Gran Canaria y Tenerife.

Diario de camPPaña. Día 2

Me despierto en… Vitoria. Horas de sueño: 6.

Duermo en… Madrid (con escala en Valladolid y Ávila).

Kilómetros: 486

Lo mejor del día: terraceo en Ávila imitando a la gente normal.


Oído en la caravana:

1.      – “Vaya hostia le ha dado Casado al Ibex. ¿No?”.

–          “Ha dicho Miguel Delibes, no Ibex”

–          «Ah»

(habría sido un notición. A Delibes solo le citó: “La cultura se crea en los pueblos y se destruye en las ciudades”).

2.      “Dichosos los vikingos que los llevan postizos” (Conversación en el autobús sobre temas fuera del programa electoral).

Oído en el mitin: “Los del PP sabemos que los huevos vienen de la gallinas”.  Foto: David Mudarra.

Oído entre el público: «Como te vuelvas a limpiar las manos en la bandera, te enteras» (un padre a su hijo en Ávila).

El mensaje del día: No piquéis. No escuchéis los «cantos de sirena». Los de Ciudadanos dicen hoy una cosa (que no van a pactar con Sánchez) y mañana hacen la contraria. Tienen el partido lleno de “tránsfugas” (muchos nuestros). Y los otros son unos «vendedores de humo». Si no queréis que Puigdemont sea ministro de Exteriores, Otegi de Justicia e Iglesias de interior, votadme a mí.

Incidentes: retraso del autobús por la mañana. Resulta que, por ley, el conductor está obligado a descansar mucho más que nosotros. Juan Carlos, gracias por todo.

Lo que nos llega de fuera: Podemos e IU pactan el nombre de la coalición con la que se presentan a las autonómicas en Madrid. Se llamarán: Unidaspodemosizquierdaunidamadridenpie.

Desayuno: de marquesa, en el hotel.

Comida: bocata de tortilla

Cena: mucho mejor. Todo producto gallego.

El zasca:


Descubrimientos: Casado tiene familiares en todas las provicias.

Revista de prensa:


Promesas electorales: Un «Erasmus latinoamericano» (ya existen programas de ese tipo).

Efemérides: procesión en Ávila.

Las cifras: El PP tiene ahora dos diputados por Valladolid. Según el CIS, perderían uno en favor de Vox. En Ávila, tienen otros dos y el CIS pone uno en duda, que iría a Ciudadanos. En total, en Castilla y León, el PP podría perder hasta 8 escaños.

Mañana: comida mitin con Feijóo en Galicia.

Diario de camPPaña. Día 1

Me despierto en… Madrid. Horas de sueño: 4 peladas.

Duermo en… Vitoria (en el medio, parada de Casado en Santander).

Kilómetros: 706.

Lo mejor del día: las visitas.

Oído en la caravana: “Estoy tomando un locutorio para la voz”.

Oído en el mitin: “Somos monjas clarisas”. (Casado, en Oviedo)

El mensaje del día… Dos:

1. Si Sánchez sigue gobernando, os arriesgáis a no poder sacar más de 20 euros de los cajeros. No digáis luego que no avisé.

2. Votantes de Vox, ya no tenéis motivo para votarles. Somos como ellos.

Lo que nos llega de otras caravanas... A la Junta Electoral vais (por la campaña de Falcon Viajes).

Antenas: Mariano Sinatra en Pontevedra con Ana Pastor. José María Aznar en la otra punta (Barcelona) con Cayetana Álvarez de Toledo.

Campaña “en positivo”: “!Los nazis son ellos!» (Casado en Vitoria).

Desayuno: café a las 5, las 6.30, las 10.00. Té negro a las 11.00.

Comida: picoteo

Cena: picoteo

Lecciones aprendidas: La política mancha.

Casado está… “como una moto”

Revista de prensa:

Ambiente: familiar.

Las cifras: El PP tiene ahora tres diputados por Asturias, dos por Cantabria y otros dos por País Vasco. El macrosondeo del CIS les da dos en el Principado (que reparte un escaño menos por población); entre uno y dos en Cantabria y ninguno en Euskadi.

Mañana: Valladolid y Ávila.

 

Mujeres admirables

Hoy sé que a lo que ella tenía lo llaman carisma, y los cursis,  “inteligencia emocional. Entonces –la disfruté hasta los diez años-, me limitaba a sumarme a la fascinación que mi abuela Fina ejercía sobre un pueblo gallego, Carballo, donde tenía una tienda por la que se pasaba todos los días un montón de gente sin ninguna intención de comprar. Iban a verla, a escucharla, a hablar con ella. Entonces, distraída con sus postres y sus guerras de cosquillas,  tampoco era consciente, pero con el tiempo me he dado cuenta de que me transmitió una lección definitiva, fundamental: al hacerme sentir la persona más importante del mundo, mi abuela me había enseñado a querer. 

Mi madre, Chus, heredó ese carisma. Cuando pienso en ella, la recuerdo siempre en una escena parecida: un grupo de amigos escuchándola, como hipnotizados, justo antes de reírse con ganas de algo que ella acababa de contar. También recuerdo a mi hermano apretándole la cara y preguntándole, con mucha curiosidad: “Mamá, ¿por qué eres tan suave?”. La veo en el salón, leyendo de cabo a rabo EL PAÍS, ese regalo que enriqueció cada día mi casa con múltiples temas de conversación. Creo que quise ser periodista solo para poder escribir un día esas páginas que tanto le interesaban.  De ella aprendí la herramienta que me ha resultado más útil en este oficio: la empatía. Mi madre sabía escuchar, ponerse en el lugar del otro, que es el primer paso para que alguien que sufre se sienta mejor. La vi hacerlo en directo muchas veces: una noche era una vecina con un ataque de ansiedad; otras, una amiga al otro lado del teléfono. También me enseñó el valor del esfuerzo. Por eso hoy, una de las cosas que hacen que me derrita es ver a alguien desempeñar su trabajo, sea cual sea, con dedicación. No hay nada más elegante que la profesionalidad. 

De mi tía abuela Lola ya he hablado en un artículo. Esa mujer maravillosa que hace que la gente cruce la carretera sin mirar para saludarla, que hacía unas filloas traslúcidas, riquísimas, y que ha dedicado toda su vida a una sola cosa: querernos. 

De mi abuela María Luisa también escribí en el periódico. Hija de carpintero, catedrática de matemáticas, madre de ocho hijos. Al final se le olvidó de todo, menos que coseno cuadrado más seno cuadrado era igual a 1. Pero en el medio no renunció a nada. Otra lección fundamental. 

Hoy también pienso mucho en mi tía Marisa, en su nobleza. Es dermatóloga y ya está jubilada, pero durante muchos años atendió gratuitamente a mujeres vulnerables, prostitutas. Los Junquera nos hemos agarrado muchas veces a su generosidad y a su fuerza. Es inmensa. 

Os admiro. Intento imitaros cada día. Feliz día de la mujer.

Sirenas

Es un debate recurrente, y a veces acalorado, como el de Messi o Maradona; Brandon o Dylan; con o sin cebolla. ¿Funcionan las relaciones entre periodistas y no periodistas? Yo soy escéptica. Cuando algún compañero/a me cuenta que se ha echado novio/a, siempre les pregunto lo mismo: ¿Es periodista o normal? Lo hago desde el cariño y desde la preocupación. Porque sé lo que hay.  Empiezan muy bien –los polos distintos se atraen-, pero tarde o temprano se impone la realidad: las sirenas tienen que volver al mar, y los humanos, a la superficie. 

Me explico.

Por ser periodista, me creía que tenía cierto mundo, que sabía cosas. Es decir, había viajado a países que empiezan por Y; había estado en palacios y en chabolas, con reyes y yonquis, y una vez asusté a un empleado de Apple con la cantidad de contactos que tenía en el móvil –el hombre me cogió de la mano mientras esperábamos con angustia a que la agenda bajara de la dichosa nube-. Pero un día me di cuenta de que, en realidad, soy una ignorante. Y lo aprendí a lo bruto, en Instagram. 

Vi que la gente hacía un montón de cosas que yo no hago. Por ejemplo, pan. ¿Cuánto tiempo libre hay que tener para hacer tu propio pan? Les vi grabarse mientras hacían ejercicio con luz natural.  A-plena-luz-del-día. Les vi nadar, correr, esquiar, pedalear, subir montañas, bajar ríos, montarse en globo, pasar “una divertida tarde en los karts”; Les vi hacer cursos de maquillaje, de fotografía, de aeromodelismo; viajar (por turismo), plantar árboles, pintar cuadros, beber zumos de naranja en albornoz, recoger setas. Y mirar al infinito. Sin parar.  

Los periodistas vemos, en la distancia, ese mundo fascinante de ocio que nos enseña Instagram y queremos acercarnos. Nos mata la curiosidad. Entonces caemos, nos autoengañamos. Creemos que por emparejarnos con alguien normal se abre la posibilidad de tener una vida ídem, con jornadas de ocho horas, festivos, derecho a los hobbies y a hacer tu propio pan.  

Ellos también se autoengañan. Les gusta esa pasión con la que hablamos de las cosas, les hace gracia que a veces salgamos de refilón en la tele y que midamos el tiempo en legislaturas. Los comienzos son magníficos. Se divierten, se ríen, lo pasan bien. Al principio les enternecen nuestras crisis de fe, nos consuelan cuando lloramos y compran cava para brindar cuando damos una exclusiva. Quieren creer. Se agarran a nuestros días buenos como si no hubiera mañana, porque saben que mañana a lo mejor rellenamos dos en lugar de cuatro columnas y todo se desmorona. Las primeras semanas justifican con orgullo nuestras ausencias – “Ha tenido que ir a cubrir tal”; “Se ha quedado en casa escribiendo…”-. Pero un día se hartan de esa tendencia nuestra a pasar de la miseria a la euforia y otra vez a la miseria o de que nos acordemos del día en que dimitió fulanito, pero no de que habíamos quedado para cenar.  Lo que les parecía exótico empieza a resultar pesado; lo que les llenaba de orgullo, ahora les cabrea. Y es normal. 

Como ellos.   

Estoy convencida de que, si les preguntáramos, dos de cada tres médicos recomendarían esas alianzas, sobre todo a nuestro gremio, por lo saludable que resulta tener cerca a alguien que le reste importancia a las cosas y que intente hacernos descansar. Pero lo nuestro no tiene remedio, es crónico. No hay antídoto para este veneno y lo peor: nadie lo está buscando –he investigado-.    

Por eso cuando mis compañeros me responden: “Es periodista”, me quedo más tranquila. Pienso que tienen más posibilidades de sobrevivir y me los imagino comentando las portadas del día siguiente en la cama, antes de dormir, o jugando a las tertulias en casa…esas cosas que solo, ni fu ni fa, pero que en pareja te motivas, como los abdominales. 

Existe una tercera vía. A veces es más fácil si, aun dedicándose a otra cosa, la pareja comparte nuestra misma enfermedad, es decir, la vocación. Esto descarta la posibilidad de que me eche novios notarios, controladores de parquímetros o podólogos, supongo.  A cambio, creo que podría encajar muy bien con astronautas o espías. 

A ver, a alguno le ha salido, y desde aquí les felicito. Ahora aparecerán listillos con una ristra de nombres de parejas periodista-normal. Bien, son excepciones que confirman la regla, o candidatos a la beatificación, porque no hay quien nos aguante. Luego hay casos y casos. No daré nombres, pero conocí a una chica que se enamoró de una persona jurídica. Ella disimulaba, tenía sus novios y tal, pero el amor de su vida era una cabecera. Fue a primera vista. La pobre escribía cartas de amor todas las semanas a un código postal. Se quedó muuuuuy colgada. 

Lo demás es mucho más fácil: Maradona, Dylan, con cebolla.

Queridos Reyes Magos:

Queridos Reyes Magos:

Lo primero es pediros perdón por el tiempo que hace que no os escribo. Un día una niña del cole te dice que vosotros, o sea, la meritocracia, no existe, que sois los padres, y pierdes la ilusión. Lo segundo es agradeceros que siguierais dejándome regalos aunque yo no os escribiera carta pidiéndolos; un gesto de magnanimidad que os honra. Y lo tercero, antes de entrar en materia, va a ser una confesión: querido Baltasar, perdí la carta que me enviaste cuando yo era una pequeña racista ignorante y pedía que no vinieras a mi casa. Se me traspapeló en alguna mudanza, pero que sepas que me acuerdo totalmente del mensaje y surtió efecto: ya no me dan miedo los negros.

Como sabéis, este año he sido buena no, lo siguiente. Y si no me creéis, preguntad por ahí. He sido, se podría decir, amiga del año, hija perfecta, ciudadana ejemplar. Siempre dejo mi asiento en el metro; reciclo; como no tengo coche, no contamino y hasta me apunté a un gimnasio al que fui casi todos los meses. Honestamente, creo que me merezco todo lo que os voy a pedir. En términos relativos, desde luego. Si leéis la prensa ya sabéis de qué estoy hablando: los malos se han multiplicado y cada vez son mejores haciendo el mal. Bien es cierto que ellos se entrenan a diario.

Si el método sigue siendo el mismo, entiendo que si solo me podéis traer una cosa ha de ser la primera de la lista. Bien, lo primero en la mía es metros cuadrados. Ya no soy ninguna niña. La broma del zulo del colegio mayor y lo de compartir piso estuvo bien un rato, pero ahora me gustaría tener una casa de mayor que haga juego con mi tele de mayor –que es súper inteligente, tiene un montón de pulgadas y control parental-. Ya sé que el alquiler ha vuelto a subir y que Madrid es una jungla, pero insisto, este año he sido buena no, lo siguiente. A ver, no tiene que ser una mansión, pero sí me gustaría que tuviera una estantería de esas solo para colocar zapatos y un baño lo suficientemente grande como para que quepa una bañera. También, si es posible, una cocina con isla para tomar copas de vino mientras alguien me prepara la cena, y una terraza, porque en Madrid se aprovecha casi todo el año. Si queréis redondear la jugada, me encantaría disponer de una librería de esas gigantes con una escalera para trepar hasta los últimos libros.

Lo segundo es más difícil, pero para eso sois magos. Quiero que solucionéis la crisis del periodismo. Se me ocurre que podéis dejar en los zapatos de la gente un montón de suscripciones a periódicos. Una suscripción por casa, ¿qué os cuesta? Si ahora los periódicos prácticamente los regalan al comprarte una película o una taza. Pensadlo.

A mi padre, por favor, traedle una camiseta del Liceo francés, para recordarle que sigue siendo tan cool como cuando jugaba al rugby y se llevó a la chica más interesante de Ciudad Universitaria. Y para mi hermano, os pido un coche nuevo. El clio está ya muy cascado y el pobre no puede escuchar música porque ya no venden radiocasetes. Él no ha sido tan bueno como yo, ya os lo digo, pero el coche apuntádmelo en mi cuenta. Ya apaño yo con él.

Para mis amigas las súper madres trabajadoras os pido unos cupones para ir a darse un masaje, al cine, de cena conmigo o a bailar hasta las tantas. Y para sus maridos, cualquier cosa de runners.

A Rajoy, por favor, le traéis un delfín, un sucesor de consenso, que me da que el hombre no se retira para que no se líen a palos en cuanto se vaya.

A Pedro Sánchez, una Constitución nueva.

A Albert Rivera no se me ocurre nada. Quizá pueda jugar con el regalo de Rajoy.

A Pablo Iglesias, un champú anti-casta.

A ese que ya sabéis, carbón.

Bueno, y esto es todo. Os dejaré en mi minicocina un trocito de roscón y agua para los camellos. Buen viaje y hasta el año que viene.

Natalia

 
    
    
    
 

Nefertiti

Sé que algunos de vosotros, a mi espalda, comentasteis en su día, cuando yo bauticé a mi profesora de zumba como La Diosa, que exageraba. Que se me había ido un poco la cabeza, pobrecita, de tanto sudar. Bien, hoy he vuelto y la profe nueva se ha presentado como Ne- fer- ti-ti.

Es pronto aún para saber si tiene el carisma de La Diosa primera, la original, mi musa, la que inspiró el diario de zumba que luego se convirtió en un blog para hablar también de otras cosas. Pero como lo siento os lo digo: Nefertiti tiene madera. Incluso guarda cierto parecido físico con La Diosa. El pelo, por ejemplo, lo tienen igual de largo, es decir, por la cintura, y el culo le empieza naturalmente a la altura de la coronilla.

Si al salir de clase, con mi cara de semáforo, me hubiera tropezado con el genio de la lámpara, le habría pedido, sin dudarlo, que me convirtiera en Nefertiti. No nos engañemos, el periodismo se acaba. No hay exclusivas para todos. El papel se muere. ¿Internet de pago? Hay que diversificar. Y yo quiero el culo en la coronilla. Quiero saber hacer todos esos gestos obscenos –el catálogo de la nueva profe es simplemente impresionante-. Quiero esa melena hipnótica. Quiero que mi vida consista en mirar mi cuerpazo delante de un espejo, viendo de reojo, detrás de mí, a la panda de losers en mallas de decathlon y culo de mortal, en el mismo sitio que todo el mundo, debajo de los michelines.  

¿Sabéis lo que podríamos hacer con todo eso? No me harían falta ni los dos siguientes deseos para pedir la paz en el mundo y que ningún niño pase hambre. Que me manden a la ONU, a Corea del Norte, a Rusia, con mi pantalón corto, mi top, y un disco de regueton. No ha nacido un ser capaz de decirle que no a Nefertiti. Si me pongo, fijaos lo que os digo, puedo hasta salvar el periodismo.

Si el genio me concede el deseo, como a Tom Hanks en BIG, prometo tirar toda mi ropa a la basura y no volver a comprar nunca nada que me tape el ombligo. Prometo también regalar todos mis discos de Otis Redding, Nina Simone y Amalia Rodrigues y escuchar regueton sin parar. A partir de ahora, solo perreo. “Y si con otro pasas el ratooooo, vamos a ser feliz, vamos a ser feliz, felices los cuatro. Te agrandamos el cuartoooooo”.

Nefertiti nos pide que gritemos con las canciones y es cierto, al principio estábamos un poco cortadas – la tribu del ojo pintado a veces es pudorosa-, pero luego nos hemos puesto a berrear como locas. La felicidad – me he dado cuenta hoy, a los 35- es eso: gritar, sudar y reírse al mismo tiempo. La Diosa ha vuelto.