Diario de la desescalada (VII)

Fase: 0

Hito: Primera semana con licencia para pasear. Periodismo de datos:

Pasos: 9.220

Horario: 21 a 22.40

Outfit: vaqueros, jersey de lunares que compré el verano pasado en mercadillo de Portonovo, chaqueta suave, pelo mojado, raya del ojo (es sábado).

Playlist. Hoy pocas canciones porque me llamó mi amigo David in itinere y volvimos a jugar a arreglar el periodismo (y mi vida)

Don`t stop `till you get enaugh, Michael Jackson

Bongo Bong, Manu Chao

Feel it still, Portugal. The man

Muy tranquilo, Gramatik

Crystalised, The xx

Paisaje:

1. Como sois muchos, me he escondido un rato aquí, en la calle del Codo. En Madrid Secreto luego he descubierto que se llama así por sus escasos 75 metros de longitud y por la forma que tiene, “creando casi un ángulo de 90 grados”. El nombre se lo puso el Marqués de Grabal a principios del siglo XVIII. También cuenta que Alatriste quedó con varios para pegarse justo ahí y que Quevedo, al parecer, la utilizaba para orinar (es oscura y estrecha) cuando volvía de las tabernas de alrededor. Pero no solo eso. Cuenta Madrid secreto: “El escritor siempre elegía el mismo portal de la calle, por lo que algún vecino cansado con la situación pintó una cruz con un mensaje: «No se mea donde hay una cruz” Quevedo tuneó el mensaje: “No se coloca una cruz donde se mea». No hay forma de contrastar.

2. Primera vez que lo veo a la luz del día:

3. Ambiente… ¿navideño?

4. Promesas…

5. Y más promesas

Incidencias:

1. No os lo vais a creer, pero me he encontrado más seres queridos. Hoy iban en bici (ellos). Emoción máxima al oír gritar mi nombre en exteriores. Aquí la prueba. Saludarse con el codo. El mundo está loco, loco.

2.       Como he ido hablando con David casi todo el paseo, me he perdido y he aparecido en un sitio donde revoloteaban un montón de murciélagos. No me cabe en la cabeza que todo esto haya empezado comiéndoselos.

Deberes:

1. Alquilar una bici.

2. Aprender a cocinar todas las cosas que me han llegado hoy y que he pedido creyendo que sabía de lo que hablaba.

Revista de prensa:

Diario de la desescalada (VI)

Fase: 0

Pasos: 8.474

Horario: 21 a 23 horas.

Consumo de móvil:10 horas 52 minutos.

Outfit: Un jersey de yoga que en su día compré porque era muy suave, no porque hiciera yoga; vaqueros, coleta, cara-pan. Estreno lentillas.

Playlist:

Grandma`s hands, Bill Withers

Some unholy war, Amy Winehouse

Louie, Louie, Ike & Tina Turner

For what it`s worth, Buffalo Springfield

Sweet Home Alabama, Lynyrd Skynyrd

What a man, Linda Lyndell

Boom Boom, John Lee Hooker

Lets stay together, Al Green

Hold on, I`m coming, Sam & Dave

Respect, Aretha Franklin

Paisaje:

He hecho la ruta de los viernes. Cenar aquí con mis amigos…

Bailar aquí con lo que surja…

Dios aprieta… pero no ahoga

Incidencias

1. La desescalada es un poco como Nochevieja, aunque todos vayamos peor vestidos. El 31 de diciembre haces propósitos de año nuevo y ahora haces propósitos para la fase 1, la 2, la 3 y la 4. Yo tengo ya cerrado hasta finales de junio: quedadas varias de 10; ruta de terrazas secretas; excursiones a casas rurales dentro del área sanitaria; y aprender a tocar esto que me he encontrado en mi paseo. Mirad qué monada

2. No me vais a creer, pero me he encontrado con ¡dos! seres queridos en la calle. Madrid en desescalada es como Coruña, pero sin mar: Conoces a todo el mundo en tu kilómetro, aunque sea de cara.

Deberes:

– Apuntar todos los consejos que me han dado para freír el huevo perfecto. Tengo a toda la familia de sangre y a la incorporada involucrada en la operación. Empieza a haber mucha presión en la grada, pero no pienso fallar.

–          Comprar y utilizar crema de manos. Se me están borrando las huellas dactilares de tanto lavarlas.

Revista de prensa

Diario de la desescalada (V)

Fase: 0

Pasos: 8.761

Horario: de 21 a 22.45

Outfit: de marinerita.

Consumo de móvil: 12 horas 51 minutos (casi todas culpa del PP)

Playlist:

La leyenda del tiempo, Camarón

Amor dulce muerte, Vicente Amigo

Soy Gitano, Camarón

Entre dos aguas, Paco de Lucía

Dice la gente, Kiko Veneno

Turu, turai, Remedios Amaya

Bamboleo, Gipsy Kings

Escuela de calor, Radio Futura

Aire, José Mercé

Las cosas pequeñitas, Nolasco

Paisaje:

Mario Conde durmiendo al raso

Optimistas

¿La semana que viene?

Dios aprieta…

… pero no ahoga Regalazo de @malaherba directamente desde O Grove

Incidencias:

1. He visto a otro ser querido! Ha sido muy emocionante, aunque me he quedado con unas ganas tremendas de darle un abrazo. Gabi estaba tan ideal como siempre y me ha dado unos tips súper buenos para cocinar las delicatessen gallegas y esos huevos fritos que aún se me resisten. El huevo nº 5 va a salir perfecto, lo sé.

2. Me he comprado unas mascarillas porque ayer volví a tragar otro mosquito.

Deberes:

– tratar de enfocar de lejos más horas al día

Revista de prensa:

Diario de la desescalada (IV)

Fase: 0

Pasos: 7.956

Horario: Sesión golfa (22.00 a 23.00)

Consumo de móvil: 11 horas, 1 minuto

Videoconferencias: 1 (con 10 personas y dos perros)

Outfit: un polo que no es mío, vaqueros, melena Pocahontas.

Playlist:

Wild thing, The Troggs

Place your hands, Reef

Feelin’ Alright, Joe Cocker

Sweet child 0’mine, Guns N’ Roses

Unbelievable, EMF

Back in Black, AC/ DC

Brothers in arms, Dire Straits

I need a man to love, Janis Joplin

All day and all of the night, The Kinks

Little Wing, Jimi Hendrix

Fortunate son, Creedence Clearwater Revival

Paisaje

Bares, qué lugares

New arrivals

Adaptándose…

Balconing

Necesitamos… frases nuevas. Ahí ponía: “La última y nos vamos”

Dios aprieta

…Pero no ahoga

Todo va sobre ruedas

Incidencias:

– La política me persigue

– Me he asustado al oír un ruidito pensando que era mi cadera, pero afortunadamente resultó ser la cadena del bolso.

– He visto a una pareja de chavales dándose el lote en un portal. Claramente no eran convivientes porque debían tener 16 años y he entendido por primera vez el síndrome de los policías de balcón -mi patio es interior y no veo las infracciones-. ¿Tenía ganas de darles un susto? Sí. Pero me contuve.

Deberes:

–          Empezar la Operación Fase 4 y adelgazar

Revista de prensa:

Perfil de Fernando Simón realizado por Christian Flores

https://twitter.com/chraetian/status/1257686492404756480?s=21

Diario de la desescalada (III)

Fase: 0

Pasos: 6.087

Horario: de 21 a 22.15

Consumo de móvil: 10 horas, 4 minutos

Playlist:

Flight over África, John Barry

Siboney, Connie Francis

Nessum Dorma, Pavarotti

Dream a little dream of me, Ella Fitzgerald

Purple rain, Prince

At Last, Etta James

Ancora, Ludovico

I Think of you, Rodriguez

Way down in the hole, Domaje

Wild horses, The Rolling Stones

Outfit: mi sudadera vintage de Polaroid, mallas del Decathlon, pelo mojado.

Paisaje:

Gente haciendo planes…

Reencuentros:

Hola Julia

Dios aprieta… pero no ahoga: ¡Galicia a domicilio!

Incidencias:

1. Vivir para contarlo. Hoy casi me atropella un patinador. Iba a 120 por hora, sin control, y estoy segura de que sin carné. Debió de subirse por primera vez a los patines el sábado pasado. Toda mi vida pasó por delante. De hecho, fue una niña gorda de primera de comunión con flequillo y cancán la que me gritó apártate en el segundo justo. Al conductor temerario le perdono porque me recordó la excursión a la nieve, cuando hice el recorrido de telesilla a telesilla en una perfecta línea recta, a 200 y con los ojos cerrados. Teniendo en cuenta las circunstancias, he de decir que hice un aterrizaje con los esquís propio de Nadia Comaneci. No me rompí nada y al final tampoco me denunció nadie.

2. He observado mucha tensión en los convivientes. Salen juntos a pasear, pero no se hablan. Van mirando el móvil y hacen fotos (al paisaje, no al otro). Vi muchas parejas así y al final seguí a una, para ver si había reconciliación en el camino. Ni una palabra en 15 minutos. Ni una caricita al parar en el semáforo. Creo que están en su última prórroga.

Deberes:

–          Leer bien el BOE para explotar a tope la fase 0 y pedir citas previas en sitios.

Revista de prensa: ¿Aquí no hay una contradicción?

Diario de la desescalada (I)

Fase: 0

Pasos: 6.495 el sábado y 6.081 el domingo. Media de la semana anterior: 233/ día. Media de esta semana: 2.156.

Horario: sesión golfa, de 22 a 23 horas.

Videollamadas: 2 (con 14 personas en total)

Consumo de móvil: 7 horas, 3 minutos el domingo; 7 horas, 12 minutos el sábado

Paisaje: un poco Blade Runner

Playlist:

Move on up, de Curtis Mayfield

– Everybody’s free (to feel good), de Rozalla

The Power, de Snap!

Ride on time, de Black Box

I see you baby, de Groove Armada

Cosmic girl, de Jamiroquai

Porcelain, de Moby

Thinking of you, de Sister Sledge

Get down on it, de Kool & the Gang

Time is Now, de Moloko

Good Times, de Chic

Outfit:

Sábado: vaqueros, mi jersey favorito de cachemire, la gabardina bonita de cuadritos. Rímel, labios rojo atardecer de Kenia. Melena pantojil al viento.

Domingo: vaqueros, camiseta negra. Maquillaje efecto cara lavada. Coleta alta.

Observaciones:

– He vuelto a casa sintiéndome mejor que cuando salí. Eso, bien.

– La libertad engancha y quieres más. De momento, controlo, pero entiendo la preocupación de Simón por los rebrotes. A los 15 minutos de estar en la calle, quería llamar a los telefonillos de todos mis amigos y decirles que si podían bajar a jugar. A la media hora me han entrado unas ganas locas de ir al Barco a bailar. A los 45, quería abrazar a todos los policías. Al llegar a casa he buscado “besos desescalada” en Google (no hay nada previsto aún).

Deberes:

– Cambiar el armario de invierno porque ahí fuera han cambiado de estación.

– Organizar encuentros casuales con amigos en el kilómetro 0.

– Hacerse con un conviviente para la próxima pandemia. O una bici.

Revista de prensa:

– En Coruña mi padre se ha afeitado la barba para salir a pasear y ganar aerodinámica.

Diario de zumba (en casa) III

Todos los deportistas trabajan con metas: los juegos olímpicos, el campeonato de invierno, la pachanga del domingo. Yo me estoy entrenando a fondo para el maratón del 2 de mayo. No os voy a engañar, pese a mi tabla de cardio en casa con Siéntete joven, he perdido mucha masa muscular. Es como cuando te quitaban la escayola y tenías una pierna tipo Roberto Carlos y la otra de Kate Moss, solo que ahora van conjuntadas: puedo mover los gemelos soplando encima un poco fuerte. La situación no es mucho mejor en eso que llaman “el tren superior”: he desarrollado una especie de alas de murciélago y eso que, todas las veces que me acuerdo de que las tengo, hago ejercicios con mis mancuernas de un kilo de Amazon.

Pensé en hacer cambios en la dieta, como hacen también los deportistas antes de las competiciones importantes, pero el confinamiento me lo impide: para saber comer (en casa) hay que saber cocinar. Y habrá gente capaz de pasar esto sin una cervecita todos los días. No es mi caso. Yo solo encuentro paz cuando abro la nevera y veo las latitas dispuestas en fila por si ataca la morriña y hay que taponar la herida. Los gallegos de la diáspora lo entenderán: abrir una Estrella Galicia es lo más cerca que estamos ahora de oler el mar.

Son matemáticas: la ingesta de calorías crece exponencialmente- porque pasas muchas más horas cerca de la cocina- y la quema se ha reducido de manera inversamente proporcional -porque te mueves en un radio pequeño: cama-sofá-nevera-.  Por todo esto, necesito que esa hora de libertad que nos darán si todo va bien, cuente. No puedo limitarme a pasear distraída como hacía antes del apocalipsis. Ni siquiera a caminar rápido, como hace Rajoy, indultado en la fase cero de la desescalada. Necesito que esos 60 minutos se noten en este templo de flacidez. Habrá que correr aunque nadie te persiga. Que me perdonen los vecinos, he empezado a entrenar dando vueltas al sofá.

También he cambiado mi dieta televisiva y solo veo programas y competiciones deportivas, para motivarme. Aunque esto lo hago también porque me moría de envidia cada vez que alguien se daba un beso en la tele y mi estrategia inicial de ver solo series de crímenes no funcionó: siempre hay un detective que se enamora de alguien.

Con un poco de disciplina, creo que podría llegar a la fase importante – libertad de beso y abrazo-, al menos, en el estado previo a la cuarentena. ¡Vamos!