Sabéis que desde que La Diosa se fue, zumba cayó en una especie de rutina melancólica que no merecía ninguna publicidad. Pero el profe de hoy se ha ganado un post como una casa. ¡Ha intentado relajarnos!!
Ha apagado todas las luces y nos ha puesto, a traición, “Nothing compares to you”. Que nos tumbemos en las colchonetas. Que cerremos los ojos. No sé vosotros, pero a mí me dice un chico «cierra los ojos” y me entra un estrés tremendo. Cuando ha dicho “poned la mente en blanco”, ya no había nada que hacer. Se me ha activado toda la maquinaria que esos 50 minutos de reguetón previo habían dejado en stand by.
Lo primero que he pensado ha sido en el musculitos de la clase anterior que había dejado empapada de sudor mi colchoneta. He barajado la opción de levantarme en la oscuridad a cambiarla, pero me ha dado miedo que el profe me riñera. Luego he pensado en la mala suerte que tengo en la vida y por qué me había tocado a mí, ¡a mí!, la colchoneta más sudada de todas. Tenía que ser del chico que había visto salir pingando de Step. Y diréis, qué tontería el step, bueno, pues id a verlos, parecen el Circo del Sol. “Respirad hondo….”.
Luego he pensado que el profesor era cubano, por el acento. Me he acordado entonces de unas vacaciones en Cuba y he decidido que fue ahí donde todo se empezó a torcer. Maldita sea.
Después he pensado que este año me voy a quedar sin vacaciones y que me esperan unas semanas agotadoras de campaña oficial después de seis meses de campaña en diferido. Me he puesto entonces a enumerar mentalmente todos los sitios a los que me ha llevado Mariano últimamente: Alfafar, polígono industrial de Guadalajara, Durango… “Imaginad que estáis en una playa espectacular. Escuchad las olas frente a las rocas….”
Entonces he pensado en los pactos postelectorales y en la murga que nos van a dar aún si todo queda como en diciembre. He visualizado los gráficos de Metroscopia y he notado una ligera taquicardia. “Relajad las piernas, los brazos…”
Eso me ha llevado lógicamente a pensar qué estoy haciendo con mi vida. Yo no quiero pasarme mis mejores años periodísticos solo siguiendo todo el rato a Mariano. Soy joven. Apasionada. “Nothing compares…. to youuuu”
Para quitarme la angustia he enumerado todos mis reportajes del último año preelectoral. Luego he elegido mis diez favoritos y finalmente me he hecho un top 5, que he cambiado varias veces porque dudaba entre Una monja en el prostíbulo y «Todos caímos en la tentación«.
Cuando se ha acabado la canción, me había salido una contractura. Pero aún quedaba lo peor.
El profe se ha puesto a interpretar a capela “Me cuesta tanto olvidarte”, de Mecano. Con las luces apagadas y ordenándonos que siguiéramos con los ojos cerrados. ¿Vosotros qué haríais? Yo he apretado los dientes con todas mis fuerzas para no reírme a carcajadas. Y de la tensión me ha dado un tirón. La tribu del ojo pintado calladas como muertas. Una dijo, cuando por fin encendieron las luces, que se había quedado dormida. Yo esta gente no sé de dónde ha salido.
Mi contractura ahí sigue.